Las cifras y estadísticas de Internet muestran gran dinamismo y un crecimiento constante en muchas partes del mundo. Otras lamentablemente muestran una muy baja tasa de penetracion, reflejo del estado de atraso y pobreza de algunos paises.
Internet es el mayor medio de comunicacion en el mundo, con una audiencia de mas de 650 millones de personas. Esto significa que uno de cada diez habitantes del planeta utiliza esta espectacular herramienta de alcance global para la cultura, la educacion a distancia, los negocios y el entretenimiento.
23 de cada 100 personas en el mundo utilizan la red, aunque los niveles de uso pasan de ser muy altos en los países ricos a extremadamente bajos en los de bajos ingresos.
En este ámbito la llamada "brecha digital" es muy clara, pues mientras los usuarios de esa tecnología en Europa y América son el 43 y el 44 por ciento de la población, respectivamente, en Asia es cerca del 15 por ciento y en África es menos del 5 por ciento.
La brecha digital, el término usado para describir la diferencia en el acceso a las nuevas tecnologías -y a internet principalmente- entre el primer y el tercer mundo, parece extenderse también a los países más desarrollados.
El principal factor diferencial es la posibilidad, o no, de acceder a fibra óptica, un sistema de conexión que determina un menor precio y una mayor velocidad para los países que decidieron modernizar sus redes.
Pese a ser uno de los países con el mayor costo de vida dentro de este grupo, Japón lleva la batuta en cuanto concierne a economía y velocidad en la conexión, ya que fue una de las naciones en adaptarse a la fibra óptica, mientras los usuarios de banda ancha gozan de una de las tarifas más bajas del primer mundo. Por su parte, Turquía posee una de los servicios de ADSL más caros.
Pero es evidente, que aquellos países del tercer mundo que no poseen recursos ni siquiera para poder comer, no pueden ni adapatarse a las conexiones ni hablar de fibra óptica, porque a veces ni siquiera poseen luz eléctrica, aún asñi es destacable el desarrollo y la viabilidad de Internet a lo largo del mundo, y su amplio futuro y posibilidades.
Refiriéndonos a España, según la encuesta 'sólo' diez millones doscientos mil españoles navegan todos los días (un 26,9% de la población mayor de 14 años), mientras que quince millones ochocientos mil lo hacen al menos una vez al mes (el 41,6% de los adultos). Algunos analistas consideran que estas cifras demuestran que Internet está empezando a tocar techo; que el crecimiento ha empezado a detenerse, y que pronto se alcanzará el máximo de penetración. En otras palabras: hay quien piensa que ha empezado el principio del fin del crecimiento. Ese análisis está equivocado.
Y no sólo porque el desequilibrio entre los sexos en el acceso a la Red haya tendido a desaparecer en los países similares; faltan un millón y medio de mujeres en la Internet española, que por sí solas elevarían la cifra a diecisiete millones trescientos mil internautas (un 45,5% de la población). El análisis regional muestra asimismo que las tres regiones más ricas de España, Baleares (48,2%), Cataluña (47,5%) y Madrid (50,6%) mantienen su tradicional ventaja, que el resto de las autonomías ha acabado siempre por alcanzar. Ralentizaciones equivalentes en el ritmo de crecimiento se han producido en el pasado, sin que la cifra haya dejado de aumentar. Y otro dato interesante: sigue creciendo el uso que hacen los internautas de la Red, y no sólo su número; el dato de quienes acceden todos los días crece más que el total de quienes utilizan la Red. Todo esto significa que a la Red le queda mucho espacio todavía hasta alcanzar ese mítico y temido techo en España. Esto no se ha terminado; apenas acaba de comenzar.
Internet es el mayor medio de comunicacion en el mundo, con una audiencia de mas de 650 millones de personas. Esto significa que uno de cada diez habitantes del planeta utiliza esta espectacular herramienta de alcance global para la cultura, la educacion a distancia, los negocios y el entretenimiento.
23 de cada 100 personas en el mundo utilizan la red, aunque los niveles de uso pasan de ser muy altos en los países ricos a extremadamente bajos en los de bajos ingresos.
En este ámbito la llamada "brecha digital" es muy clara, pues mientras los usuarios de esa tecnología en Europa y América son el 43 y el 44 por ciento de la población, respectivamente, en Asia es cerca del 15 por ciento y en África es menos del 5 por ciento.
La brecha digital, el término usado para describir la diferencia en el acceso a las nuevas tecnologías -y a internet principalmente- entre el primer y el tercer mundo, parece extenderse también a los países más desarrollados.
El principal factor diferencial es la posibilidad, o no, de acceder a fibra óptica, un sistema de conexión que determina un menor precio y una mayor velocidad para los países que decidieron modernizar sus redes.
Pese a ser uno de los países con el mayor costo de vida dentro de este grupo, Japón lleva la batuta en cuanto concierne a economía y velocidad en la conexión, ya que fue una de las naciones en adaptarse a la fibra óptica, mientras los usuarios de banda ancha gozan de una de las tarifas más bajas del primer mundo. Por su parte, Turquía posee una de los servicios de ADSL más caros.
Pero es evidente, que aquellos países del tercer mundo que no poseen recursos ni siquiera para poder comer, no pueden ni adapatarse a las conexiones ni hablar de fibra óptica, porque a veces ni siquiera poseen luz eléctrica, aún asñi es destacable el desarrollo y la viabilidad de Internet a lo largo del mundo, y su amplio futuro y posibilidades.
Refiriéndonos a España, según la encuesta 'sólo' diez millones doscientos mil españoles navegan todos los días (un 26,9% de la población mayor de 14 años), mientras que quince millones ochocientos mil lo hacen al menos una vez al mes (el 41,6% de los adultos). Algunos analistas consideran que estas cifras demuestran que Internet está empezando a tocar techo; que el crecimiento ha empezado a detenerse, y que pronto se alcanzará el máximo de penetración. En otras palabras: hay quien piensa que ha empezado el principio del fin del crecimiento. Ese análisis está equivocado.
Y no sólo porque el desequilibrio entre los sexos en el acceso a la Red haya tendido a desaparecer en los países similares; faltan un millón y medio de mujeres en la Internet española, que por sí solas elevarían la cifra a diecisiete millones trescientos mil internautas (un 45,5% de la población). El análisis regional muestra asimismo que las tres regiones más ricas de España, Baleares (48,2%), Cataluña (47,5%) y Madrid (50,6%) mantienen su tradicional ventaja, que el resto de las autonomías ha acabado siempre por alcanzar. Ralentizaciones equivalentes en el ritmo de crecimiento se han producido en el pasado, sin que la cifra haya dejado de aumentar. Y otro dato interesante: sigue creciendo el uso que hacen los internautas de la Red, y no sólo su número; el dato de quienes acceden todos los días crece más que el total de quienes utilizan la Red. Todo esto significa que a la Red le queda mucho espacio todavía hasta alcanzar ese mítico y temido techo en España. Esto no se ha terminado; apenas acaba de comenzar.
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